viernes, 11 de agosto de 2006

PREVIAS A TARJETARIO GRG















Se han integrado reproducciones de pinturas de Gerardo Ramos Gucemas (GRG), por una cara, y poemas de Agustín Romero Barroso, por la otra. Dos apocalípticos desintegrados que han sopesado y vivido, en ámbitos diferentes, las glorias de los seres, las cosas y sucesos, los paraísos perdidos y las pérdidas paradisíacas.
GRG (Gerardo Ramos Gucemas) pinta, yo sólo escribo poesía y estoy siempre aprendiendo. Él es contumaz artista, yo poeta incorregible. No sólo en espacios de arte sino en todos los aspectos de la vida, que es siempre una. Somos incorrectos: véanlo, léanlo, disfrútenlo. Nacidos y criados en un lugar donde el mundo se llama Llerena, somos ciudadanos de los mundos.
Si toda pintura parece estar sumida en ese silencio pastoso de los museos y galerías, la pintura de Gerardo Ramos Gucemas (GRG) está también, más que sumida, sumergida en el mar del silencio inabarcable, del pasmo ante cosas, seres y sucesos. En hondo e inquietante silencio interior que a veces parece querer explotar en llanto, dolor, grito pelado y atronante. Esta es invitación a navegar en ella, por ella, desde ella, con ella en estas tablas tarjeteras de salvación, de no se sabe qué naufragios, que hoy lanzamos a las aguas de la vida.
Dice mucho la pintura de GRG (Gerardo Ramos Gucemas), pese al silencio de los secretos. De lo mucho que dice, he oído sonidos que formaban palabras, palabras que formaban frases, frases que significaban, contaban, narraban, describían, decían, sentían o escupían… De todo lo escuchado me salieron estos poemas que hoy forman la serie GRG. Son nueve piezas en este tarjetario, que se ilustran con nueve reproducciones de pinturas de Gerardo Ramos Gucemas (GRG). Es indudable que lo escuchado ha sido mucho más y conforman un poemario de mayor amplitud y elaboración, que saldrá publicado, en las formas tradicionales, en su momento. Es mi homenaje de paisano y artista al que también lo es. Quede de momento constancia de esta entrega de urgencia de nueve verbalizaciones de otras tantas pinturas. Sí, llamémosle verbalizaciones, ya que el verbo que emanan, ese grito, ese idioma o el susurro de la pintura de GRG (Gerardo Ramos Gucemas) se transformó palabra de poesía, la carne de su pintura se volvió verbo, sucesos de poemas.
Son tiempos, los que corren, en los que la excesiva condescendencia con la ignorancia, el miedo y el odio no los han hecho especialmente buenos para la lírica, para la profundización en el hombre, sus sucesos, sus cosas, de maneras plenas y gozosas. Los artistas, hoy más que nunca, en un tiempo de silencios, destrucciones, mentiras, pillajes y maldades premiadas, tenemos la sagrada obligación de elevar el espíritu del hombre y llenar el hambre que no es sólo física. Sin más concesiones a la ignorancia suprema, a los odios burdos y sinsentido y a los miedos paralizantes y chantajistas que marcan el Mercado, el Capital y el Estado. Las artes, la pintura, y sobre todo la poesía, por su inmaterialidad, intraducible a dinero (Capital), venta (Mercado) o poder (Estado) son actos supremos de inutilidad que contribuyen a la grandeza total del espíritu, renunciando al vasallaje vil del consumo y la vulgarización estúpida y competitiva que anulan a los seres humanos.
Sí, este TARJETARIO GRG es algo doloroso y profundo (aviso para navegantes), el resultado de una gozosa experiencia como fue el encuentro de una pintura demoledora y subyugante, en los sucesos plásticos que uno vive, que me dictaba poemas. Una carnalidad que se hacía verbo y palabras. Sumérjanse en ese proceloso piélago, como Ulises u Orfeo, y lleguen a buen puerto, marineros, que el tesoro que buscamos no está en el seno del puerto, sino en el fondo del mar.

Agustín Romero Barroso


PINTURAS: Gerardo Ramos Gucemas - POEMAS: Agustín Romero Barroso

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